Peor aún. Las noticias sobre la 'protesta' de maestros en Oaxaca, en donde vemos que se ha violentado la libertad y la propiedad de terceros sin que la autoridad haga nada, es terrible. Y aún aquí en la capital, donde un pobre hombre al que la vida se le acabó el día que perdió una elección ha contagiado a varios miles de una demencia que ha desquiciado a la ciudad, es tambien terrible.
Esto me dice que, en efecto, Hobbes tenía razón: El hombre es el lobo del hombre. La única esperanza que tenemos para no hacernos pedazos unos a otros es la ley, y desgracidamente apuntaba Cicerón que "la ley calla cuando hablan las armas". Y lo más triste es que éstas van desde una bomba nuclear hasta algo aparentemente inofensivo como un discurso.