sábado, 29 de octubre de 2005

¡Deja Huella!



­A partir de la Revolución Industrial, la gran meta de la humanidad ha sido la conquista del "progreso". ­Esto ha significado la innovación científica y tecnológica en todos los campos del conocimiento, lo cual ha traído beneficios y problemas importantes a la humanidad: comodidad, mejores condiciones de salud, ­acceso a información, pero también desigualdad, crecimiento poblacional desmesurado, calentamiento global y ­la sobreexplotación de recursos naturales


La causa verde es lugar común en estos tiempos de desdibujamiento ideológico. Sin embargo, tomar conciencia de que nuestro estilo de vida afecta a nuestro medio ambiente es más que una idea “de moda”. Es imperativo que nos hagamos responsables de las consecuencias que tiene nuestra existencia para millones de seres vivos en el planeta.

¿Qué puedo hacer yo?
De entrada, puedes averiguar tu huella ecológica:
“La Huella Ecológica de una población es el área biológica productiva necesaria para producir los recursos que emplea y para absorber el deshecho que genera esa población”.
Es decir, la cantidad de recursos naturales que emplea una población para subsistir. Llenando un sencillo cuestionario, cualquiera puede obtener su huella ecológica, y puede averiguar de qué manera está afectando a la Tierra con su vida diaria. Así, cada uno de nosotros puede tomar medidas que le lleven a reducir su huella y aminorar el impacto que sufre nuestro planeta debido a nuestro estilo de vida postindustrial.

Mi Huella Ecológica (que no muy me enorgullese)



A partir de eso, puedes buscar maneras creativas de cambiar tu estilo de vida y seguir disfrutando de la comodidad de la que gozamos gracias al “progreso” y a la innovación. He aquí algunas sugerencias para empezar:

Vida Sostenible

Idea Sana

Sustainable Lifestyle Program

Natural Life Network

Fundación Ecología y Desarrollo

jueves, 27 de octubre de 2005

Todo sobre el violín... o casi


Una de las cosas que más me gusta hacer es tocar el violín. He aquí una lista de sitios interesantes sobre este maravilloso instrumento:

Violín Making: es un sitio interesante sobre cómo se construyen, y mantienen los violines.
The Violin: historia, ciencia, músicos y familia del violín. Un sitio muy completo.
Violin Acoustics: para entender la física del violín.
Violin Masterclass: para comprender y mejorar la técnica.
The Violin Case: chacharas alusivas al violín.
The Violin Site: recursos para violinistas.
Bowed Electricity: recursos para intérpretes de violín eléctrico.
Violin Strings: para saber de cuerdas... y compararlas.
Music 123: Guía de accesorios.
Letf handed fiddling resources: recursos para violinistas zurdos. (Como mi hermano el PoYo).
Strings Magazine: revista digital sobre instrumentos de cuerda.


¿Dónde buscar música?
Vitual Sheet Music
8notes.com
Mutopia Project
Music Notes
Musica Viva

Misceláneos:
Aforismos sobre el violín.
Artículo: Why the violin is so hard to play?
Artículo: The baroque violin.
Artículo: Indian Violin.
Artículo: Susuki violin versus traditional violin.
Artículo: Chinese violin.
Artículo: How to string a violin.
Artículo: How to tune a violin.
Artículo: Science and Stradivarius
Artículo: Did "little ice age" create Stradivarius violins' famous tone?
Artículo: Everything you need to know about buying a violin.

martes, 25 de octubre de 2005

Poder/Discurso

Para Michel Foucault “en una sociedad como la nuestra, pero en el fondo en cualquier sociedad, relaciones de poder múltiples atraviesan, caracterizan, constituyen el cuerpo social; y estas relaciones de poder no pueden disociarse, ni establecerse, ni funcionar sin una producción, una acumulación, una circulación, un funcionamiento del discurso. No hay ejercicio de poder posible sin una cierta economía de los discursos de verdad que funcionen en, y a partir de esta pareja. Estamos sometidos a la producción de la verdad desde el poder y no podemos ejercitar el poder más que a través de la producción de la verdad”.

FOUCAULT, Michel (1992): La Microfísica del Poder. España, Ediciones de La Piqueta, p. 148.

Una amiga mía solía salir con un tipo, pero sin ningún tipo de formalidad, lo que en el argot postindustrial clasemediero se conoce como “free”. Mi amiga vivía en la angustia, porque en una situación así la sorpresa es la constante: no sabía cuándo recibiría una llamada del tipo, ni cuándo lo vería, ni en qué condiciones ni nada. El no-discurso de él era lo que la tenía siempre en duda, pero siempre ahí. (Y la duda mata).

Después de mucho “cocowash”, finalmente se convenció de que la situación no le gustaba y que debía hacer algo. Ella quería algo más formal, no sólo estar en la incertidumbre constante. Su principal preocupación era que si se lo decía, muy probablemente el tipo iba a cortarla, lastimándola irremediablemente.

Un buen día se animó a hablar con él. Obviamente, el tipo no accedió a formalizar nada. Sorpresivamente mi amiga no sólo no se sintió herida, sino que reafirmó su auto confianza y autoestima.

La palabra –dicha o no- es una fuente de poder. Nuestra realidad se hace verdad al verbalizarla, al socializarla y recrearla. Mi amiga no sólo descubrió que es muy fácil externar sus necesidades a otros, sino que invirtió las reglas del juego, cambió la relación de poder y finalmente logró empoderarse a sí misma.

Si eso pasa en escala micro… ¿Qué podría hacerse en un ámbito mayor?

sábado, 22 de octubre de 2005

Semiosis Delirante



Yo quiero. Tú quieres. Él puede. Poder. Presidente. Todo se lo traba el Congreso. Tribuna. Retórica. Todo lo que te digo para marearte. Nausea. Sartre. Existencialismo. Angustia. Pobreza. Ingresos y egresos. Impuestos y más impuestos. Dinero. Gastar. Comprar. Zapatos. Zapatillas. Cenicienta. Príncipe Azul. Romance. Boda. ¿Y vivieron felices para siempre? Mentira. Desencanto. Divorcio. Engaño. Políticos. Borrachera de poder. Copas. Antro. Cruda. Malestar. Embarazo. ¡Te juro mamá que era mi novio de manita sudada! Ingenuidad. Niñez. Kínder. Material para jugar. Cubos. Cubistas. Arte. Cine. Películas. Galanes. Diva. Ideales. Fuimos marxistas, hasta que empezamos a trabajar de a de veras. Realidad. Desengaño. Él es gay. Frustración. Desear algo que no vas a tener nunca. Falsas necesidades. Televisión. Caricaturas. Comerciales. Mercado. Globalización. Amenaza. AMLO. Negras intensiones. Hipocresía. Tú chíllale m’ija, chantajéalo con lágrimas. Esposa. Pégame pero no me dejes. Machismo. Charros. Caballos. Rancho. Tierras. Cacique. Autoridad. Obediencia. Sumisión. Mujer. Maquillaje. Arreglar lo que Dios dejó pendiente. Imagen. Vista. Ventana. Paisaje. Árboles. Ardillas. Animales. Zoológico. Rejas. Cárcel. Secuestro. Periódico. Reforma. Avenida. Coche. Papi no me pagará eternamente la gas. Tengo que trabajar. Levantarse temprano. Darse un baño. Regadera. Sueños eróticos. Sornrojarse. Vergüenza. Robar y que te agarren en el segundo viaje. Huir. Salinas. Corrupción. Narcotráfico. Si lo haces te recompensamos, si no lo haces, te matamos. Muerte. Falta mucho. Tiempo. Es lo que sobra, lo que falta es vida. Pasión. Cuando algo me gusta, me gusta mucho. Me gusta platicar. Sanborn´s. Café. Cigarrillo. Prohibido fumar. Imposición. Descontento. Rebeldía. Problema con los jóvenes. Problemas de los jóvenes. Drogas. Certificación. Estados Unidos. Frontera. Migrantes. Conflicto. Diálogo. Creo que yo tengo la verdad absoluta. Discurso de la izquierda. Izquierda y derecha. Dislexia. Confundir d y b. Torpeza. Me tropiezo a cada ratito. ¿Dios, porque me diste dos pies izquierdos? Religión. Infierno. Lucifer. Un ángel que se rebeló contra Dios. Ir en contra de las reglas. Estado de derecho. Gobierno. Fox. Botas. Las devotas se van al cielo. Cielo nublado. El día está tequilable y encamable. Cama. Dormir. Sueño. Momentos. El instante antes de un beso. Nervios. Sala de espera. Fue niño. Pañales. Mamilas. Dicen que así somos las niñas del Tec. Estudio. Licenciado. Lo que dicen mis tarjetas antes de mi nombre. Título. Condesa. Colonia del D.F. Ciudad. Tráfico. Marcha. CGH. Tú no opines porque eres güerita. ¡Fascistas! Hitler. Campos de concentración. Peligro. SIDA. Enfermedad. Vacas locas. Hamburguesas. McDonald’s. ¡Los vamos a McDonalizar! Rusia. Comunismo. Mordaza. Silencio. Tranquilidad. La plaza de algún pueblito perdido. En las plazas de las ciudades, hay una iglesia. Cura. Hidalgo. Revolución de Independencia. Guerra. Bomba. Hiroshima. Indignación. Carlos Abascal. Necedad. Padres. Te lo digo por tu propio bien. La frase más repetida en mi adolescencia. Relajo. Viernes en la tarde. Inicia el fin de semana. Salir. ¿A dónde? Decidir. “Dos caminos se abrieron ante mí y yo tomé el menos transitado: eso marcó la diferencia”. Frost. Poesía. Literatura. Realismo mágico. Gabriel García Márquez. Cien años de soledad. Úrsula. Quisiera una vida así. Capricho. Sentimiento. Deseo. Yo quiero. Tú quieres. Él puede.

miércoles, 19 de octubre de 2005

Castañeda


La recomendación emitida este martes por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos respecto del caso Castañeda pone en evidencia dos cosas: la fragilidad de las instituciones mexicanas y la preeminencia de una elite agotada y cerrada en sí misma.
La aparente "confusión" entre el IFE y la Secretaría de Gobernación parece no ser otra cosa que un problema de intereses. El IFE es una institución creada y moldeada desde el poder y para él. El poder es de los partidos políticos, y hasta los respetables consejeros del instituto electoral entienden que no se puede morder la mano que nos alimenta. Por eso se entiende el intento de jugar a la "papa caliente" con el asunto.
Y desde luego, todo el entramado legal e institucional del país está creado a partir de los intereses de los partidos políticos y de sus elites. Como dijera mi querido profe Carlos Sirvent, la suma de las parcialidades no produce la imparcialidad: el diseño de la ley y de las instituciones sirve a los intereses de los partidos, de ahí que el COFIPE sirva para regularlos a ellos, para mesurarlos, para cuidarlos unos de otros.
Por otra parte, la elite es una estructura cerrada en sí misma. Vemos las mismas caras, escuchamos los mismos discursos, y presenciamos los mismos enfrentamientos todo el tiempo. La fragmentación de los partidos es otra evidencia de que el sistema está agotado y no deja aire a la circulación del poder.
¿Es viable una candidatura ciudadana como la que propone Jorge Castañeda? Con la ley como está, es imposible. Sin embargo es deseable. ¿Y será viable en términos reales, es mínimamente posible que gane? Desde luego. La historia de Fujimori es elocuente a ese respecto, y los paralelismos son impresionantes: Perú enfrentaba una crisis institucional severa, los partidos políticos no tenían credibilidad alguna, y el "chinito" se lanzó a las calles, a hablar en plazas y mercados, a convencer de a poco a mucha gente, hasta que sorpresivamente venció al candidato favorito en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 1990: el reconocido escritor Mario Vargas Llosa.
¿Será Castañeda nuestro Fujimori, en el mejor sentido de la comparación? Ojalá. A los partidos les hace falta una buena sacudida.

miércoles, 12 de octubre de 2005

17 millones no es nada


Durante el V Encuentro Estratégico sobre Internet 2005, celebrado esta semana en la Ciudad de México, la Asociación Mexicana de Internet reveló un estudio en que se arrojan datos muy interesantes.
Por ejemplo, existen en nuestro país 17 millones de usuarios de Internet; la mayoría de ellos son hombres (59 por ciento); y las edades de la mayoría oscilan entre los 13 y 35 años.
Sin embargo el dato que me pareció más interesante es el que retoma El Universal: el 71 por ciento de los usuarios indicó que una de sus actividades favoritas de esparcimiento es leer un libro.
El debate que preocupa a los interesados en el tema de Internet es justamente qué va a ocurrir con los medios convencionales una vez que la red de redes se consolide. ¿Desaparecerán los periódicos? ¿Se extinguirán los periodistas? ¿Será Internet la única fuente de información que exista?
Estas inquietudes, que mi maestra y amiga Alma Delia ha expresado reiteradamente en su blog, son las que, me parece, despierta naturalmente el surgimiento de nuevos medios y de nuevas tecnologías. Pero el estudio de la AMIPCI es muy elocuente: si el 71 por ciento de los usuarios gusta de leer un libro, de pasar las páginas con las manos y de disfrutar la lectura lejos del PC, parece que los medios convencionales están lejos de desaparecer, de la misma manera en la que la tele no desplazó al radio o la video al cine.
Y además, hay que resaltar que en nuestro país, en donde la brecha política, económica, social y tecnológica es enorme, no hay que descartar la utilidad de los medios convencionales. Al menos aquí, Internet tardará todavía en ser accesible a la mayoría de la población: 17 millones no es nada.

viernes, 7 de octubre de 2005

El salvaje feliz


Jean Jaques Rousseau nunca pudo explicar a plenitud y con claridad cómo era que el hombre en estado de naturaleza es bueno, y aún viviendo una existencia plena, siendo un salvaje feliz, sacrificaba todo para asociarse y vivir en un Estado. Si el hombre nace bueno y libre y en todas partes está encadenado, ¿Por qué continua viviendo en sociedad?
La realidad es que nadie puede vivir en soledad. Por sobre todas las especies, el ser humano es quien más necesita de otros para sobrevivir. La fragilidad de nuestra existencia se manifiesta con claridad cuando nos enfrentamos a la fuerza de la naturaleza, como evidenciaron los huracanes Katrina y recientemente Stan. Es, y seguirá siendo necesario, el apoyo y la ayuda de otros, sobre todo en casos tan extremos.
Escuchaba en las noticias esta mañana a un corresponsal en Tapachula, Chiapas, informar de un abuso de los tenderos locales: dado el desabasto y la magnitud de la tragedia, han incrementado los precios de los bienes básicos, como la leche, más de un 100 por ciento.
Ese es el salvaje feliz: felizmente, en un territorio en el que el orden y la ley se fueron con los aludes, se aprovecha de la desgracia de otros. Por eso nos necesitamos. Por eso la sociedad existe y por eso existe el estado. Concuerdo con Rousseau, el hombre es naturalmente bueno; pero también es naturalmente malo, ávido de ganancia y egoísta. En la medida en que entendamos nuestra propia naturaleza, nuestros claroscuros, será más fácil llegar a un punto en el que podamos convivir en paz.

miércoles, 5 de octubre de 2005

Que no te cuenten....

El día de ayer inició el II Conteo de Población y Vivienda 2005 que organiza el INEGI, y justo ayer tuvimos la visita del "contador". (El pobre venía todo mojado y sin la menor idea de en qué parte de la ciudad estaba).

Recordé un dato curioso: durante el censo de población celebrado en el Reino Unido en el 2001, 0.7 por ciento de la población respondió que practicaba la religión Jedi.

Este fin de semana hubo un especial en la tele de paga acerca de la saga de George Lucas. Una de las preguntas que reiteradamente le hacia el encuestador se refería precisamente a la cuestión Jedi y la religión.

Lucas le contestó que esta idea de la Fuerza y todo lo que rodea la mitología Jedi sí está inspirado en la religión, aunque no alude a ninguna religión en particular. Su intención era incluir el tema de la espiritualidad en la película, y así "recuperarlo" para las nuevas generaciones.

El creador de la saga galáctica que ha sido determinante para muchas generaciones desde los 70, se ve a sí mismo como un educador, y es conciente de que lo que hace sirve de ejemplo a audiencias en todo el mundo que reciben sus películas. Que el 0.7 por ciento de los ingleses -chiquillos, en su mayoría-, se considere Jedi habla muy bien de Lucas.

Ya no sé si fue bueno o malo que la encuesta del INEGI no incluyera la pregunta acerca de la religión que se practica en mi casa. Hubiera sido muy divertido ver su cara si respondíamos: Jedi.

martes, 4 de octubre de 2005

A mí me pasó....


Eran las 12:00 horas de un domingo cualquiera en la Ciudad de México. Yo estaba estacionada sobre una concurrida avenida, en doble fila (hay un por qué al reglamento de tránsito, aunque no lo parezca) esperando a que mis padres regresaran de dejar algo en casa de mi abuela, como media cuadra adentro de un andador de Coapa. Yo tenía la ventanilla unos 15 centímetros abierta y esperaba.

Un tipo se me acercó. Me dijo “Tranquila, abre los seguros, traemos una pistola”. Volteé a mi derecha y dos tipos más estaban del otro lado. El fulano repitió tranquilamente la consigna.

Es un cliché decir que en situaciones extremas tu vida entera pasa por delante de tus ojos. Pero es cierto, y además, a la velocidad del pensamiento pasan también las miles de notas periodísticas que has escuchado sobre secuestros, violaciones, homicidios, etcétera. Y en esos tres segundos, también pensé en mi pobre abuela, en cómo le iban a avisar a mi compadre que vive en Estados Unidos, en mis hermanos, en mi amiga Mónica, en las cosas que no había hecho, en las que había dejado a medio hacer (mi ropa limpia estaba en la secadora), en cómo crees que estos cabrones se van a llevar mi coche nuevo. Y entre la avalancha de ideas, pensé “si no veo la pistola, no existe”.

Mientras encendía el coche, le solté una mentada de madre al fulano, arranqué y huí.

Esta experiencia, por afortunada que sea, fue también tortuosa. Ni pensar en qué hubiera pasado si de verdad hubieran tenido un arma (ahora nunca lo sabremos), si hubiera sido sensata y obediente (a mi padre le consta que me resulta imposible) y les hubiera abierto los seguros, si de verdad se hubieran llevado mi coche o a mí.

Lo peor es que este tipo de experiencias está cada vez más cerca de nosotros. Ya no se trata de “un amigo me contó que a su tío…”, “me platicaron que al primo de fulano de tal…”; ahora, este tipo de experiencias son cercanas, nos pasan a nosotros, a nuestros familiares y amigos, a gente cercana. Ya no se trata del secuestro de la hija de un empresario poblano, sino del secuestro de un tipo que a penas sale tablas a fin de mes, pero que estuvo en el lugar y momento equivocados (últimamente, cualquier lugar y momento parecen ser equivocados).

Y las cifras son alarmantes: uno de cada cuatro secuestros es denunciado en el DF, y se estima que hay 300 al año; la cifra de secuestros entre el 2003 y 2004 se incrementó de 136 a 156, lo que ha colocado a la capital en la número uno, o lo que es lo mismo, el lugar en el que estadísticamente te tocará en algún momento.

La iniciativa ciudadana es muy importante: México unido o Ni 1 más son foros en los que la ciudadanía puede denunciar y hacer propuestas para enfrentar este mal, pero también puede participar y decir ‘ya basta’.

Lo importante es no caer en la frustración y la impotencia. Ciertamente no hay mucho qué hacer, más que tomar todas las precauciones (como no esperar en el auto, ni siquiera un domingo a las 12:00 en Coapa), y rezar por que no te pase. Pero también educar: predicar con el ejemplo, obedecer las reglas, las leyes, ser ciudadanos verdaderamente comprometidos con nuestro país. Si poco a poco podemos reeducarnos a nosotros mismos, tal vez todavía exista esperanza de cambio, para nuestro propio bien.