miércoles, 8 de febrero de 2006

¡Qué vergüenza!

Ya lo sé: me quejo amargamente de la apatía que parece pervivir entre la gente, y sin embargo todavía hay algunos que son capaces de abrazar una causa, pese a todo.

Los detalles de la protesta del 5 de febrero sólo llegaron a la página deportiva de los principales diarios. Resulta que esta protesta, protagonziada por nuestros 'verdes' (auténticos verdes, por supuesto, nada que ver con los González Torres), se lleva a cabo todos los años en esa fecha desde hace cuatro o cinco años. La razón es que en esa fecha se celebra el aniversario de la Plaza de Toros México, y nuestros 'animaleros', como ellos mismos se hacen llamar, se manifiestan en contra de esta práctica.

Es vergonzoso constatar de buena fuente que estos ambientalistas fueron tratados de forma autoritaria y violenta por las autoridades. No se trata de abrazar su causa, se trata de la libertad primordial a la que todo el mundo debería tener derecho: libertad de expresión.

Y más aún, su causa es justa. Amparar la tauromaquia en la bandera de la 'tradición' y la 'cultura' es disculpar una práctica brutal y despiadada. Si la cultura es disculpa para la violencia, entonces que nadie se espante por la venta de mujeres indígenas, la castración femenina, o incluso cualquier tipo de discriminación.

¡Qué vergüenza me provoca esta injusticia: no sólo por las autoridades, sino por el resto de nosotros que parece no querer hacer nada!

Consulta el blog de Sebasti
án y el de RAN para más información.

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