miércoles, 19 de julio de 2006

Violencia

Resulta risible cuando la camarilla de AMLO se deslinda de las agresiones de un grupo denominado Red de Mujeres A.C. realizó en contra de Felipe Calderón el día de ayer.

Resulta risible, porque poco a poco hemos podido observar cómo se cae su caso en contra del proceso electoral del 2 de julio: la más nueva es el cambio de argumento del fraude cibernético al fraude 'a la antigua'. Resulta risible, aunque preocupante, porque la estrategia del 'voto por voto' es una estrategia perdedora: pero no quieren ganar, aunque así lo digan. Lo que buscan es que no se le dé el triunfo a Calderón, y lo que están propiciando es que la gente, amante de la intoleracia en los dos bandos, se confronte. Eso, o de plano la estupidez es infinita y no han metido en su cálculo político las reacciones de mucha gente muy enojada que enaltece el ego del excandidato de la Alianza por su Propio Bien los domingos en el Zócalo.

Hasta ahora, el único columnista que se atrevió a decirlo con todas sus letras es Macario Schettino: "López Obrador es un autoritario, no un demócrata". Ojalá que sus seguidores pudieran dar un paso atrás y ver a su candidato bajo otra luz: la de la razón, no la de la tripa.

(Si la vieran bajo la luz de la razón, verían que no es ni lógico, ni razonable, uno sólo de los alegatos de fraude, y que muy probablemente serán carne de cañón del ex candidato).

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